Tinerghir

Jueves, 21 de Junio de 2012

He encontrado un lugar donde instalarme y poder hacer algunas piezas. Estoy desbordado de ideas. Tengo ganas de trabajar. Una vez que empiece a pintar no podré seguir con el viaje hasta que acabe. 


Andando por la vieja Kasbah del antiguo barrio judío de Tinerghir una mujer con una niña me pregunta qué veo de hermoso en estos lugares para venir hasta aquí. Me quedé sin palabras, no sabía qué decir. Lo que enriquece el paisaje de estos lugares son precisamente sus ruinas. ¿Cómo explicar tal cosa? Me avergüenzo ante la mujer y no dije nada. En mi mente pensaba miles de posibles respuestas, respuestas concretas y reales, respuestas que explican claramente mi estancia ahí... pero no fuí capaz a de decir una sola palabra. Me senté a su lado y seguí escuchándola. Hubo un instante en el que su hijo abrió la puerta de la casa y no pude evitar mirar... ¡Qué gran corazón el de la señora!





He ocupado una parte de la antigua Kasbah donde dormíamos. Me instalé enseguida y empecé inmediatamente a trabajar. Hace calor.



Hoy me levanté a las 6:00 con intención de pintar. Cuando me dirigía hacia el taller improvisado me encontré con toda la familia de la casa durmiendo al raso frente a la terraza que daba a mi estudio. No pude pasar, no quise despertarlos. Ahora espero sentado mientras hago bocetos y apuntes en mi cuaderno. Debo acabar esa pieza de gran formato para poder seguir camino (...) Ya oigo ruidos, supongo que se están despertando. Voy a ver... Si no escribo más es porque ya estaré pintando.